domingo, 10 de febrero de 2008

Puebla, con gusto a poco



Las pocas horas que estuvimos en Puebla alcanzaron para que nos encante su belleza. Ciudad detenida en el tiempo, llena de edificios antiguos y hermosos que hicieron que recorrer el zócalo fuera un placer. En una muy tradicional feria llamada “El Parián” compramos algunos dulces típicos; ya cerca del atardecer sus alrededores se inundaron de gente y nos perdimos entre las vidrieras, terminamos la noche tomando un “frapuccino” y sacándonos fotos frente a la catedral.


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